lunes, 5 de diciembre de 2011

Guillermo, el pequeño cicerone

Este fin de semana ha sido muy especial; se vino a vernos nuestro amigo Jose desde Lugo. Imagino que había visto el post de la Alhambra y le dio algo de envidia. Así que bajó a Granada para conocerla a fondo de mi mano. Creo que he sido un buen anfitrión, si no es así, "Jose, dilo ahora o calla para siempre"

Para empezar el tour con fuerza, nos levantamos tempranico y nos fuimos a tomar un chocolate con churros a Bib-Rambla, son mi debilidad


Una vez recargados, estuvimos enseñándole el centro, la Catedral, la Capilla Real, la Madraza, la plaza de la Pescadería, etc, y después pasamos a Plaza Nueva y Paseo de los Tristes


Os tengo que confesar que tardé poco en dormirme, entre los churros y el traqueteo de los adoquines me quedé como un picatoste. Así que se tuvieron que encargar mis padres del paseo. Creo que lo llevaron a un Hamman que hay en el Paseo de los Tristes, yo me lo perdí, pero mi madre hizo algunas fotos.


La siesta fue cortita, pero reponedora. En cuestión de diez minutos estaba como nuevo. No podía seguir perdiéndome imágenes como ésta


Una vez aquí, dijimos, vamos a subir a la Alhambra por la Cuesta de los Chinos. Creo que mi padre no lo pensó bien. Deberían poner una señal de prohibido subir con carros de niños ¡¡¡Es un suicidio!!!

 

Pero mereció la pena, porque no había estado nunca por esa zona y me gustó una barbaridad. El agua por las acequias, el olor, el aire fresco, los colores...


Y como antes no había podido entrar a los baños árabes, pues entré en la Casa del Polinario, que en su origen fueron los baños de la Mezquita Mayor de la Alhambra.


Entramos al patio del Palacio de Carlos V y una vez fuera, jugué con los gatos, las palomas y los gorriones.


Y como ya nos dieron las dos y había que irse al Sacromonte a comer, pues nos fuimos a esperar un taxi.

imagen bucólica donde las haya

Estuvimos comiendo en Casa Juanillo, un lugar recomendable cien por cien. Sobretodo por las vistas, lo único que se ve por las cristaleras es la Alhambra. No tengo fotos porque daba el sol de frente, pero os aseguro que nos lo pasamos genial, y la comida... ¡delicious!

Bajar, bajamos andando, más que nada, para ver si conseguíamos hacer la digestión, que a esas alturas de la tarde, aún hacían acto de presencia los churros con chocolate.


De camino entramos en el Palacio de los Cordova, sin palabras...


Y para terminar la jornada nos fuimos a las teterías, a por un té y un trozo de tarta de chocolate


Cuando bajamos al centro vimos la iluminación de Navidad


y de ahí, para casita a descansar, que el domingo también prometía ser muy intenso. Esta vez tocó  Albayzín y mirador de San Nicolás


A ver si el martes me llevan a algún sitio mis padres y os lo cuento, ¡que no tengo guarde!









  







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