sábado, 30 de julio de 2011

Vacaciones en Galicia

A petición de una de mis más fieles seguidoras, la tita Altair, voy a contaros cómo han sido mis primeras vacaciones.

Esta semana hemos estado en Galicia, sí, nos hemos hecho unos tres mil kilómetros en coche. Seguro que estaréis pensando que vaya palizón me han dado mis padres. Pues yo la verdad es que ni me he enterado. Era montarme en el coche y antes de que terminaran de abrocharme el cinturón de seguridad, ya estaba dormido como un tronco.


Hemos estado en Lugo, en casa de Jose, un amigo de mi padre y desde ahora de mi madre y mío. Al final le he cogido mucho cariño, porque nos ha llevado a ver lo más bonito de Galicia.


Aquí estoy con él, en la playa de las Catedrales, en Ribadeo, un lugar precioso que me cuesta describir, así que os dejo unas fotos y ya me contaréis.

                            


       

También estuvimos en Santiago de Compostela, como no podía ser menos...


El pórtico de la Gloria (que lo están restaurando y sólo vimos esto)
 
 

Aquí en un parque con una perrilla



    
Aquí tomando unos pinchos y yo chupándome los dedos


Ah, y en A Coruña fijáos qué azul tiene el agua



Y para no hacerme muy pesado os enseño unas fotos de Lugo y ya otro día os cuento más cosas, que estoy aquí en casa del abuelo con su ordenador que va más lento que el casamiento de un pavo

Dando un paso por encima de la muralla

Y aquí en el centro con mi padre.

Bueno, tita, espero que te hayan gustado las fotillos, y a ver cuándo te haces seguidora del blog, que tengo muy pocos seguidores oficiales y muchos clandestinos, ¿eh?

Besos para todos


martes, 19 de julio de 2011

Con diez meses...

Con diez meses recién cumplidos ya hago casi de todo. Me levanto, me siento, me vuelvo a levantar, me vuelvo a sentar, me caigo de culo, me tiro de cabeza desde la cama, me subo encima de la mesa... y luego está lo bueno: canto, bailo, echo saliva en el suelo para luego fregarlo con la mano y le ayudo a mi madre a pasar la mopa, o mejor dicho, mi barriga. 

Como muy bien, algunos dicen que demasiado, pero es que para estar tan buenorro como yo, hay que comer. 

Me encantan los perros, aunque también me dan miedo, todo hay que decirlo, pero en cuanto cojo confianza, me lanzo a jugar con ellos. 


El perrillo se llamaba Ramón, ay que ver qué nombrecillo le han puesto al perro, y los dueños querían que le regalara mi camiseta el cachorrillo, ¡con lo que me gusta a mí!

A parte de estos ratos, el abuelo me ha puesto un columpio para entretenerme a ratos. Es que estar todo el día detrás de mí, en el suelo y conmigo en brazos ya cansa. Así que no saben qué inventarse para tenerme entretenido.



Lo que veis detrás es mi piscina, sí, eso amarillo. No me puedo revolver, ni darme ahogadillas ni ná de ná. Solo refrescarme un poquito y poner chorreando al que esté a mi lado.

Y poco más, 


cuando me canso, mi siestecita y me despierto como nuevo.

Hasta prontooooo