martes, 21 de febrero de 2012

I Encuentro Nacional de los Primos

Hola! ya he descansado de mi viaje a Madrid y vengo dispuesto a contarlo todo.


El jueves nos cogimos el tren creyendo que era la mejor opción para ir a la capital, ¡ay, qué equivocados estábamos! 


El viaje empezó bien pero no pudo acabar peor. Como tenía sueño y no me podía dormir me dio por beber y beber; en concreto, dos bibes de leche y dos de zumo (un litro de líquido en total), al final me dormí. Pero con el vaivén del tren los líquidos empezaron a moverse de un lado para otro y llegó el momento en que decidieron cambiar de ubicación. ¿Y qué pasó? pues que salieron al exterior, parecía que tenían vida propia y es que cogí tanta destreza con la gastroenteritis en el arte del vómito, que esto fue coser y cantar.

Yo me puse de arriba a abajo, mi madre también, el pasajero de delante algo pilló; los asientos y la moqueta... directamente para tirarlos, y a mi padre alguna que otra gota le tocó. 
Sólo oía a mi padre decirle a mi madre "Pero tápale la boca, tápale la boca", ¿el colega quería que me ahogase o qué? En la mochila llevábamos bolsas por si había un accidente vomitero, pero es que no dio tiempo a sacarlas.

Total, que los tres para el minibaño del vagón a cambiarme. Allí estaba yo en pelota picá llorando a grito pelao y asustado perdido. Después de una hora, un paquete de toallitas y medio bote de colonia salí como nuevo. El vagón estaba lleno de japoneses y menos mal que no se quejaron los pobres, pensé que me iban a lanzar a las vías del tren. Los pocos españoles que había se fueron sin pensárselo dos veces. 
Allí gastamos el otro paquete de toallitas, limpiando los asientos, la moqueta, la mochila, el bolso, etc... Cuando terminamos faltaba menos de una hora para llegar a Madrid... se me hizo eterna.

Pero llegamos, y de Atocha nos fuimos en taxi a la Plaza Mayor donde nos esperaban las titas, querían que nos fuéramos a cenar, pero cuando vieron las caras que llevábamos, no insistieron. Así que la tita Marién, precavida donde las haya, sacó las magdalenas y los roscos fritos que traía desde Pamplona y cenamos un poco antes de irnos a la cama.


El viernes ya estaba al 100%, desayunamos churros y nos fuimos hasta la Puerta del Sol para coger el metro que nos llevaría a "ARCO". 


Para ser la primera vez que montaba en metro no lo hice tan mal. Tres transbordos después llegamos a ARCO la tita Altair, mamá y yo. Llegué dormido (del meneillo del metro) así que me perdí los primeros stands, pero había tantos...


que conste que no lo rompí yo


Estos me gustaron especialmente


A la hora de comer se nos unió mi padre y continuamos viendo arte


Acabamos reventados


Ah, y tengo la foto más buscada...


A las cinco y media nos fuimos para el apartamento, aunque llegamos a las tantas. Allí nos esperaban las titas Eva y Marién, que habían estado toda la mañana en el Prado, y esperamos a que llegaran el tito Jesús y la tita Aurora.

En este "I Encuentro" ha faltado la tita Ana, pero claro es que es febrero y la pobre está con los exámenes. La próxima vez hay que organizarlo en período no lectivo, para que se pueda unir al grupo.

El sábado nos fuimos todos a desayunar 


y luego a hacer turismo

delante del Palacio Real



en el Retiro

... en el Palacio de Cristal




y en el estanque


Por la tarde, de copas y aprendiendo con la tita Eva unas nociones básicas de geometría


Terminamos el día volviendo al apartamento andando, así que otra vez reventados; magdalenica y a la cama a descansar.

Y llegó el domingo. A recoger, a desayunar y a despedirnos

aquí estoy con la colonia de la tita Eva, "donde fueres, haz lo que vieres"
¡deberíais haberme visto cómo me echaba colonia yo mismo!


No os he enseñado las vistas desde la casa que nos buscó la tita Altair, en plena Plaza Mayor. Un lujo


Nos esperaban cuatro horas de viaje para llegar a casa, pero esta vez íbamos en el coche del tito Jesús. Ahí no vomité, lo hice durmiendo, como tiene que ser

Nos fuimos otra vez en metro hasta Atocha para recoger el coche y de ahí, la vuelta a casa. 


No sabéis lo que he disfrutado con el metro, a ver si ponen ya el de Granada

Qué recuerdos me trajeron estas vistas de Atocha!


Mi padre me dijo "mira, mira, que es la última vez que los vas a ver (los trenes, claro)"
Creo que no viajaré en tren nunca máis, o por lo menos hasta que no viaje yo solo, porque mis padres no quieren volver a repetir la experiencia.

Hasta aquí nuestra 1ª escapada a Madrid.





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