Hola chavales!
Como no podía ser menos, he comenzado el año de fiesta. Estuvimos barajando varias opciones para celebrar el bautizo y la que más me gustó fue el día de Año Nuevo.
Me levanté tempranico y después de una ducha caliente se dispusieron a vestirme de principito. Cuando me vi no podía dar crédito a lo que veía. Parecía salido de un cuento, tan blanquito y tan pomposo.
Nos fuimos para la iglesia lloviendo y allí hacía un frío de "padre y muy señor mío".
Había otros dos niños más pero yo fui el que mejor se portó, porque me quedé frito en un momento y hasta que el cura no me echó el agua no me desperté.
Después nos hicimos el reportaje fotográfico oportuno y nos fuimos a celebrarlo. Lo pasamos muy bien aunque echamos de menos a algunos que no pudieron venir. Pero bueno, ya lo celebraremos otro día.
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